La música cumple una función muy significativa en la emisión, le imprime clima y carácter. Comenta, habla, sugiera, describe, suscita imágenes auditivas. Con anticipación, el director se debe reunir con el musicalizador para ponerse de acuerdo acerca de cada una de las cortinas y fondos musicales que se van a necesitar, la función expresiva que se debe llenar, el estilo de música que más se adopta a la obra. Lo que se debe evitar: Melodías muy conocidas: los oyentes se distraen al reconocerla y su atención se desvía del programa. Además, el oyente lo asociará con otra situación y no con la historia que se desea comunicar. Se producirá ruido en la recepción. Música cantada: genera interferencia, porque atrae la atención del oyente sobre la letra de la canción. Música bailable: no se integra a la acción del libreto, sino que rompe la atmósfera y distrae. “Música melódica”: se debe erradicar totalmente de los programas, máximo si se pretende hacer programas con sentido cult